💼👀 Scale AI se salva del jalón de orejas: el Departamento de Trabajo cierra la investigación (¡y todos respiran!)



¡Paren las máquinas (de etiquetado de datos)! El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos acaba de hacer algo que no muchos esperaban: cerró su investigación sobre Scale AI sin aplicar ni una multa, ni una reprimenda, ni un “ve al rincón a pensar lo que hiciste”. Nada. Caso cerrado. 🎬

Para los que no están al tanto, Scale AI es una empresa que se dedica a entrenar inteligencias artificiales enseñándoles qué es un gato, qué es un semáforo, y qué es un humano comiendo tacos a las 3 de la mañana. Pero detrás de todo eso hay legiones de personas etiquetando datos —como quien juega a unir los puntos, pero por dinero—. Y ahí es donde el gobierno dijo: “A ver, a ver… ¿esos trabajadores están bien clasificados o los estás tratando como freelancers pero sin los beneficios del yoga freelance?”.


          🧑‍⚖️ Contratistas o empleados: esa es la cuestión (legal)

Aquí viene el drama laboral: si contratas a alguien y le dices cómo, cuándo, y con qué herramienta hacer su trabajo, pero lo llamas “independiente” solo para no pagarle beneficios… estás caminando por la cuerda floja del Acta de Normas Laborales Justas (sí, eso existe, y no, no suena tan divertido como este blog).

El Departamento de Trabajo venía investigando si Scale AI estaba mal clasificando a sus etiquetadores de datos —sí, esa gente que pasa horas mirando imágenes para que tu auto autónomo no confunda una abuela con una bolsa de basura—. Si los trataban como contratistas pero en realidad funcionaban como empleados, eso es un problema legal gordo, del tipo “saca la chequera y empieza a pagar sueldos atrasados con intereses”.




                                   💰 Pero sorpresa: ¡nada pasó!

Después de meses de investigación, entrevistas, revisión de documentos y probablemente más café que en una oficina de programadores, el Departamento dijo:
👉 “¿Sabes qué? Todo bien. Seguimos adelante. Próximo caso.”

¡Y ya está! Scale AI puede seguir entrenando inteligencias artificiales sin tener que entrenar abogados defensores.

¿Había irregularidades? No lo sabremos. ¿Fue todo legal? Oficialmente, sí. ¿Respiraron tranquilos los inversionistas? Completamente.


 🤑 Hablando de dinero… Scale AI vale lo que un país pequeño

Mientras todo esto pasaba, Scale AI estaba casualmente celebrando su valoración de $13.8 mil millones (sí, con “b” de “¿billones y aún así hay quejas por los pagos?”).

Con inversores como Amazon, Meta, Nvidia y básicamente todo Silicon Valley tirándoles dinero como si fuera una boda gitana, esta empresa de etiquetado de datos ha pasado de ser un nerd de biblioteca a convertirse en el quarterback del equipo.

Y todo esto gracias al boom de la IA, donde cada chatbot, robot y auto sin conductor necesita toneladas de datos… ¡bien etiquetados! ¿Y quién los provee? Exacto. Scale AI y su ejército de etiquetadores con ojos cansados y café en vena.


📌 Conclusión: 

                                 caso cerrado, billetera abierta

El Departamento de Trabajo cerró la carpeta, y Scale AI siguió caminando como si nada, con una sonrisa de “lo logramos” y una pila de millones en el banco. Eso sí, el debate sobre si se debe mejorar la situación de los trabajadores de la economía digital sigue abierto.

Mientras tanto, el resto de las empresas de IA toman nota y se preguntan:
¿Estamos a salvo o somos los siguientes?

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